Ya hace tiempo que hablamos del primer salto en paracaídas y de los hombres que habían marcado hitos de este deporte en distintos momentos.
Pero… ¿Qué pasa con las mujeres? ¿Cuándo empezaron a saltar en paracaídas? ¿Cuál fue la primera mujer paracaidista de la historia?
Esto es lo que te vamos a contar en este artículo…
Contenido de este artículo
Jeanne Labrosse, la Primera Mujer Paracaidista de la Historia
Jeanne Geneviève Labrosse nació en Francia en 1775 y hasta donde sabemos su vida tuvo poco de espectacular hasta 1797.
Concretamente hasta el 22 de octubre. Ese día se acercó a presenciar el primer vuelo en globo aerostático de hidrógeno de André-Jacques Garnerin, que finalizó con un descenso en paracaídas sobre el parisino Parc Monceau.
Si leíste el artículo anterior sobre paracaidismo, Garnerin te resultará familiar. Fue el inventor del paracaídas sin marco, antecesor de los que conocemos hoy en día.
Jeanne Labrosse quedó tan maravillada con lo que acababa de ver que no dudó en presentarse a Garnerin y convertirse en su alumna.
Junto a él, hizo su primer vuelo en globo aerostático un año más tarde, el 10 de noviembre de 1798. Aunque muchas fuentes la señalan como la primera mujer que voló en globo, no es así. Antes que ella lo hicieron otras dos, todas ellas acompañadas por un hombre, por supuesto.
Sí es la primera mujer que voló sola. Fue el 12 de octubre de 1799 y alcanzando una altitud de 900 metros.
Ese mismo día también se convirtió en la primera mujer paracaidista de la historia, al lanzarse desde esa altura.
Su Carrera como Paracaidista
Tras contraer matrimonio con su mentor, continuó su carrera como paracaidista, llevando sus globos aerostáticos y saltando desde ellos por varias ciudades de Francia y Europa, incluida Inglaterra durante la Paz de Amiens.
En esta última, los Garnerin hicieron varios vuelos sobre Londres, llegando a alcanzar más de 2400 metros en uno de ellos. Una altitud más que considerable para la época.
En 1802, fue Jeanne Garnerin quien firmó la solicitud de patente, en nombre de su marido, del primer modelo denominado paracaídas. Según la descripción, estaba destinado a disminuir la velocidad en la caída de la góndola de un globo tras una explosión.
Después de la muerte de André-Jacques, en 1823, Jeanne Labrosse abrió un restaurante con Marie-Thérèse Figueur, heroína de la Revolución Francesa.
La Falsa Primera Paracaidista
El amor por volar debía estar en la genética de los Garnerin porque Élisa, su sobrina, aprendió a volar globos junto a sus tíos desde los 15 años. Entre 1815 y 1836 viajó por Italia, España, Rusia y Alemania, además de Francia, haciendo saltos en paracaídas desde globos aerostáticos.
Esto hizo que pasara a ser incorrectamente conocida, en muchos de ellos, como la primera mujer paracaidista.
Tiny Broadwick, la Primera Mujer Paracaidista desde un Avión
Georgia Ann Thompson nació el 8 de abril de 1893 en Oxford, Carolina del Norte. Era la menor de 7 hermanas y cuando nació apenas pesaba kilo y medio. Siempre fue muy pequeña, no llegando a alcanzar el metro y medio de estatura. Por eso en su casa siempre la llamaron Tiny (Diminuta).
Era una época donde las mujeres tenían una vida muy distinta a la actual y Tiny se casó en 1905 con sólo 12 años. Su hija Verla nació cuando tenía 13 y fue abandonada por su marido al poco tiempo.
Tuvo que buscarse la vida, así que empezó a trabajar en una fábrica, en turnos de 12 y 14 horas, donde apenas ganaba unos centavos cada día. Al terminar, debía volver a la granja familiar para hacerse cargo de su hija, haciendo de Tiny una chica frustrada y triste.
Pero su vida cambió radicalmente en 1907. Tras escuchar a unos compañeros de trabajo hablar de la Feria Estatal de Raleigh y todas las maravillas que habría en ella, se apañó para que alguien la llevara.
Allí presenció el espectáculo de «Los famosos aeronautas franceses de Broadwick», consistente en varios ascensos en globo aerostático desde donde los pilotos se lanzaban en paracaídas para volver a tierra.
Tiny quedó tan impresionada que no dudó en hablar con Charles Broadwick para unirse a ellos y formar parte del show. Dejó a su hija a cargo de su madre, a cambio de enviar parte de su salario para mantenerla, e inició una carrera como paracaidista que la llevó por todo Estados Unidos.
De Tiny Jacobs a Tiny Broadwick
Que una mujer joven viajase sola con un hombre no pariente era algo bastante mal visto por aquella época. Así que para facilitar los trámites de los viajes, Charles Broadwick acordó con el padre de Tiny adoptarla legalmente. A partir de ese momento, pasó a ser conocida como Tiny Broadwick.
Aunque hay fuentes que señalan que el cambio de apellido se produjo tras el matrimonio entre Charles y Tiny, esto no ocurrió nunca.
Hizo su primer salto desde un globo aerostático el 28 de diciembre de 1908 en la Feria Estatal de Carolina del Norte. Según ella misma, fue la mejor experiencia de su vida.
Dado su tamaño, la presentaban como Doll Girl (Niña Muñeca) y se vestía con bombachos, volantes y lazos rosa en sus largos rizos castaños. Tiny odiaba ese atuendo, pero accedió sabiendo que era positivo para su trabajo.
A pesar de su aspecto, las osadas maniobras que Tiny Broadwick realizaba la llevaron a ser la principal atracción del show. Llegó a ser considerada la mujer aeronauta más atrevida que se hubiera visto.
Los Broadwick viajaron por todo el país con su espectáculo de globos, pero para 1912 ya era una atracción obsoleta que cada vez atraía menos público. Sin embargo, durante un viaje a California, todo cambió.
La Primera Paracaidista de la Historia desde un Avión
Durante su estancia en California, Tiny conoció a Glenn L. Martin, un famoso piloto de aviones que la había visto saltar en sus espectáculos y quería convencerla para que lo hiciera desde su avión.
No le costó mucho convencerla, dándole a Tiny Broadwick un hueco en la historia.
No está clara la fecha en que se convirtió en la primera mujer paracaidista desde un avión, ya que se barajan varias fechas.
Oficialmente se establece el 21 de junio de 1913 en Los Ángeles. No obstante, se sabe que en septiembre del año anterior hubo dos saltos de exhibición sobre Grant Park (Chicago), tal vez como test para el gran momento.
Tiny iba sentada en un asiento que se había acoplado específicamente por detrás del ala y fuera de la cabina. Cuando el avión de Martin alcanzó algo más de 600 metros, ella accionó una palanca que la hizo caer del asiento, y el paracaídas, ubicado en un recipiente por encima de ella, comenzó a salir del mismo hasta desplegarse totalmente.
Después de esto, el espectáculo de los Broadwick, con Tiny saltando desde un avión, volvió a tener una gran demanda por todo el país.
El Día que Tiny Broadwick cambió la Historia de la Aviación
Por aquellas fechas el ejército de Estados Unidos era reacio a implementar los paracaídas en sus aviones, así que solicitó una demostración de los Broadwick para ver de cerca el funcionamiento y eficacia del mecanismo como vía de escape para sus pilotos.
Para entonces, Charles Broadwick había diseñado un paracaídas de seda empacado de tal forma que parecía una mochila unida al cuerpo de Tiny mediante arneses. En la tapa había cosida una cuerda que también estaba unida al fuselaje del avión. Al caer, la tapa de su «mochila» se arrancaba y el paracaídas se desplegaba.
Se planificó una sesión en la que Tiny haría 4 saltos desde el avión pilotado por Martin. Y todo fue como se esperaba durante los 3 primeros, pero en el cuarto ocurrió un imprevisto que cambió la historia.
Al accionar la palanca para caer, la cuerda del paracaídas se enredó en la cola del avión. La fuerza del viento no le permitió volver a subir y quedó suspendida.
Lejos de entrar en pánico, Tiny Broadwick cortó la cuerda, excepto un pequeño tramo. Tiró de él con la mano y el paracaídas se desplegó para finalizar el descenso sin ninguna otra incidencia.
Acababa de inventar lo que más tarde se denominaría cordón de apertura, un mecanismo que permite desplegar el paracaídas sin necesidad de sujetarlo al fuselaje del avión.
Aquel incidente demostró que un piloto podía saltar de un avión con seguridad, sin necesidad de estar sujeto al fuselaje y convirtiendo el paracaídas en un elemento esencial en la aviación.
Adiós al Paracaidismo de una Pionera
Ese mismo año, durante un salto sobre el lago Michigan, Tiny Broadwick se convirtió en la primera persona en saltar desde un hidroavión y la primera que saltó a una masa de agua.
Tras otro matrimonio fallido en 1912, se casó con Harry Brown en 1916 y dejó de lanzarse en paracaídas durante unos años. Después de un nuevo divorcio, retomó su actividad en 1920. Aunque había adoptado oficialmente el apellido Brown, mantuvo Tiny Broadwick como nombre artístico.
Con más de 1.100 saltos en paracaídas a sus espaldas, los tobillos de Tiny Broadwick estaban cada vez más débiles y sufría molestias en los aterrizajes.
Así que, aunque era muy reacia a abandonar el paracaidismo, se retiró en 1922.
Pasó los últimos años de su vida en California, donde falleció en 1978 a los 85 años. Fue enterrada en Henderson, Carolina del Norte, lugar donde pasó la mayor parte de su niñez.
Aunque no era piloto, Tiny Broadwick es una de las pocas mujeres miembro del Early Birds of Aviation, una organización dedicada a preservar y difundir la historia de los primeros aviadores.
En 1964 donó un paracaídas, hecho por Charles Broadwick, al Smithsonian National Air and Space Museum.
Una carretera de Henderson y una calle de California llevan su nombre.
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