Ocurrió el 4 de junio de 1923 en la carrera de 2 millas con obstáculos de Belmont, uno de los circuitos más importantes de la época y cita habitual de los principales pura sangres de Estados unidos. Tanto Frank Hayes como Sweet Kiss, el caballo que montaba, competían por primera vez. Pero que resultaran ganadores contra todo pronóstico no fue lo único sorprendente de aquella carrera…
Frank Hayes, el único jockey ganador tras su muerte
Frank Hayes nunca había ejercido de jockey hasta aquella carrera de Belmont. En realidad era mozo de cuadras y en los últimos meses se había ocupado del cuidado de Sweet Kiss, en quien sus propietarios no tenían puestas demasiadas esperanzas.
No obstante, Hayes insistió en la capacidad del caballo hasta que, finalmente, dieron autorización para que compitiera montado por él en la prueba de las 2 millas con obstáculos de Belmont.
El día de la carrera y con las apuestas 20 a 1, Sweet Kiss y Frank Hayes se colocaron en cabeza del grupo. Poco antes del último salto, Sweet Kiss se desvió de su trayectoria y perdió terreno. Aun así, llevaba suficiente ventaja como para cruzar la meta con una cabeza de ventaja sobre el favorito.
Cuando A.M. Frayling, propietaria de Sweet Kiss fue a felicitar a Hayes, se llevó una desagradable sorpresa: Este se encontraba muerto y tendido sobre el lomo del caballo. Había fallecido de un ataque al corazón en algún momento de la carrera. De hecho, se especuló sobre que el desvío de Sweet Kiss había sido causado al caer Hayes desplomado sobre él.
A pesar de no poder cumplirse con la norma del pesaje tras la carrera, se proclamó a Hayes y Sweet Kiss vencedores. De esta manera, Frank Hayes se convirtió en el primer jockey ganador de una carrera después de muerto (y por ahora único).
Hayes fue enterrado 3 días más tarde vestido de jockey. Sweet Kiss, a pesar de resultar ganador, nunca más volvió a competir. Ningún otro jockey quiso montarlo temiendo un destino similar. Empezó a ser conocido a partir de entonces somo Sweet Kiss of Death (Beso Dulce de la Muerte).
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