Como seguramente ya sabes, en el mundo sólo hay 14 montañas que superan los 8.000 metros de altitud: Everest, K2, Kangchenjunga, Lhotse, Makalu, Cho Oyu, Dhaulagiri, Manaslu, Nanga Parbat, Annapurna, Gasherbrum I, Broad Peak, Gasherbrum II y Shisha Pangma.
El 3 de junio de 1950, dos hombres pisaron por primera vez en la historia la cumbre de una de ellas, el Annapurna.
Y 24 años después, 3 japonesas se convirtieron en las primeras mujeres en alcanzar una de esas 14 cimas, el Manaslu. También una nipona, en 1975, fue la 1ª mujer en encumbrar la más alta de ellas, el Everest.
No fue hasta 1986 que alguien consiguió llegar a la cumbre de todas esas montañas. Fue el italiano Reinhold Messner. Después que él llegaron otros que en 2021 todavía no alcanzan el medio centenar.
Hoy queremos pararnos en la 21ª persona que logró esta hazaña: Edurne Pasabán. La 1ª Mujer que escaló y alcanzó la cima de los 14 Ochomiles.
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Edurne Pasabán y sus Primeros Pasos en el Alpinismo
Edurne Pasabán Lizarribar nació en Tolosa, Guipúzcoa, el 1 de agosto de 1973. Con 14 años entró en el club de montaña de su localidad, donde le picó el gusanillo del Alpinismo y empezó a hacer ascensiones cada vez más complicadas en Los Pirineos.
En 1989, con sólo 16 años, viajó por primera vez a Los Alpes, donde escaló el Mont Blanc, el Cervino y el Monte Rosa. Todos ellos con más de 4.000 metros de altitud.
En los siguientes años hizo cumbre en el volcán Chimborazo, el Cotopaxi, el Tungurahua, el Guagua Pichincha, el nevado Ishinca y el Urus.
Su primera expedición al Himalaya fue en 1998, con 25 años, cuando intentó escalar su primer ochomil, el Dhaulagiri (8.167 m).
Este primer intento terminó a sólo 272 metros de la cima debido a la gran cantidad de nieve acumulada. No llegó a esa cumbre hasta 10 años más tarde.
Los 14 Ochomiles de Edurne Pasabán
El 23 de mayo de 2001, Pasabán consiguió su primer ochomil. Fue el Everest (8.848 m), en su tercer intento, ya que había tenido que abandonar otras dos veces por el mal clima.
Se convirtió en la 3ª Mujer Española que lograba llegar a esa cumbre tras Araceli Segarra y Chus Lago.
Ese mismo año intentó por segunda vez el Dhaulagiri, aunque otra vez sin éxito.
El segundo ochomil tuvo que esperar hasta mayo de 2002, cuando alcanzó la cima del Makalu (8.463 m) acompañada de un equipo del programa «Al Filo de lo Imposible».
Este espacio televisivo fue uno de sus principales patrocinadores durante los siguientes años.
Esa misma temporada, Edurne Pasabán hizo un intento fallido en el Annapurna y en octubre sumó el Cho Oyu (8.201 m).
En 2003 consiguió 3 objetivos más: Lhotse (8.516 m) en mayo; Gasherbrum II (8.035 m) en julio; y ese mismo mes Gasherbrum I (8.068 m), también conocido como Hidden Peak.
Su 7º ochomil fue el K2 (8.611 m) en julio de 2004. En el descenso sufrió una congelación y tuvieron que amputarle los segundos dedos de ambos pies.
En el Ecuador de su Hazaña
Al año siguiente, Edurne Pasabán volvió al Himalaya para subir el Nanga Parbat (8.125 m). El plan era escalar justo a continuación el Broad Peak, pero las malas condiciones climatológicas obligaron a cancelar esa segunda expedición.
Después de ese viaje cayó en una depresión que duró año y medio, por lo que no volvió a escalar hasta 2007.
Ya recuperada, culminó el Broad Peak (8.047 m) que había quedado pendiente en su último viaje. Por contra, no logró alcanzar la cumbre del Shisha Pangma.
En mayo de 2008 volvió a intentar el Dhaulagiri (8.167 m), el primer ochomil al que se había enfrentado 10 años antes. Esta vez tuvo éxito.
A finales de la temporada también encumbró el Manaslu (8.156 m), sumando así 11 ochomiles. Se convertía en la tercera mujer que alcanzaba esa cifra, sólo por detrás de la austriaca Gerlinde Kaltenbrunner y la italiana Nives Meroi.
Aunque intentó conseguir el número 12 a continuación, el clima le impidió llegar a la cima del Shisha Pangma.
Los 3 Últimos Ochomiles
En marzo de 2009 sólo quedaban 3 ochomiles para lograr la hazaña de escalarlos todos. Ese mismo año, Edurne Pasabán encumbró uno de ellos, el Kangchenjunga (8.586 m).
Durante ese ascenso sufrió graves problemas de salud que terminaron en un episodio de agotamiento extremo durante el regreso.
Era la 4ª mujer que alcanzaba la cumbre de ese pico y la única que sumaba 12 ochomiles.
Antes de terminar ese año, intentó el Shisha Pangma por cuarta vez, pero otra vez el mal clima le impidió llegar a la cima.
Los dos ochomiles restantes tuvieron que esperar hasta 2010.
El 17 de abril, Pasabán encumbró el Annapurna (8.091 m). Y por fin, en su 5º intento, consiguió alcanzar la cumbre del Shisha Pangma (8.046 m) el 17 de mayo.
Este último ochomil llegó 9 años después de lograr la cima del primero de ellos, el Everest, en 2001.
Polémica con Oh Eun-Sun
Sin embargo, la alegría por convertirse en la primera mujer que había alcanzado los 14 ochomiles se vio empañada. La surcoreana Oh Eun-Sun también reclamaba el logro.
Eun-Sun había conseguido sus cumbres en tiempo récord y con cierta polémica. Logró varias de ellas tras llegar al campo base cuando el resto del equipo ya había equipado la montaña con cuerdas fijas para ella. Además, algunas de sus ascensiones estuvieron bajo discusión.
En su ascensión al Kangchenjunga, en mayo de 2009, estas dudas se hicieron más patentes y empezaron a surgir rumores en la prensa de su país.
Incluso la Federación Surcoreana de Alpinismo puso en entredicho la narración de su escaladora al examinar las fotografías que aportó.
Edurne Pasabán supo a través de uno de los sherpas que la acompañaba que Eun-Sun no había alcanzado aquella cumbre, y así se lo hizo saber a Elizabeth Hawley, encargada de determinar el éxito o no de las expediciones.
Tras entrevistarse con ambas alpinistas y recabar toda la información posible, Hawley decidió no dar por culminada la expedición de la surcoreana al Kangchenjunga.
De esta manera, más de un mes después de su última ascensión, Edurne Pasabán se convirtió oficialmente en la Primera Mujer que había ascendido los 14 Ochomiles del Planeta.
En diciembre de 2010, Oh Eun-Sun confesó que no había completado la ascensión al Kangchenjunga porque unos cientos de metros más abajo la detuvo una tormenta.
Esta confesión zanjó cualquier género de dudas y la polémica entre ambas escaladoras.
La Vida fuera de la Montaña
Edurne Pasabán no sólo es una extraordinaria alpinista, también tiene una vida fuera de la montaña. Es Ingeniera Técnica Industrial y realizó másters de negocios y recursos humanos. Actualmente reside en Barcelona, donde imparte conferencias sobre superación personal y es profesora adjunta.
Además, es propietaria de la casa-restaurante de turismo rural Abeletxe, en Zizurkil (Guipúzcoa) y tiene un hijo llamado Max, que nació cuando ella tenía 43 años.
Escribió el libro de coaching «Objetivo: Confianza», junto con Angélica del Carpio, donde recoge su expedición al Everest de 2011, y dirige una fundación dedicada a fomentar el desarrollo del Himalaya, principalmente a proporcionar educación a los niños de las aldeas más desfavorecidas.
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