En estos Juegos Olímpicos Río 2016 el dopaje ha estado más presente que nunca. No porque hubiera más casos que otras veces, no. Sino por el escándalo que ha supuesto descubrir una trama rusa de encubrimiento de positivos que implica a deportistas, Agencia Antidopaje Rusa (RUSADA) e incluso al propio gobierno.
Ante esta situación, IAAF y COI impusieron una limitación histórica en la participación de los Juegos Olímpicos: Ningún atleta ruso podría acudir a Río 2016.
Esta sanción que podría hacer historia y debería sentar un precedente, ha acabado siendo un tanto aleatoria y puede que incluso injusta…
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Rusia y los Juegos Olímpicos Río 2016
A pesar de la reclamación interpuesta por la Federación Rusa al TAS, la decisión fue inamovible, ningún atleta ruso podría competir en Río 2016.
Personalmente me parece la decisión correcta. Que Rusia pague unas consecuencias lo suficientemente graves como para replantearse su comportamiento y como para hacer que otros países también lo hagan (porque dudo que Rusia sea el único en situación parecida).
Pero al final, les flaqueó el pulso demostrando, una vez más, que la Tolerancia Cero que tanto predican se queda en el papel. A pesar de que la Halterofilia estaba casi igual de afectada que el Atletismo, este deporte, al igual que todos los demás, quedó sujeto a la decisión de la Federación Internacional del mismo. Cierto es, que ningún levantador de pesas ruso cumplió los requisitos para competir, pero no hubo prohibición expresa para la federación.
Finalmente se permitió que compitiesen aquellos deportistas rusos que hubiesen pasado controles internacionales y que no tuvieran sanciones previas. Tal vez justo para los atletas, pero ablanda notablemente el castigo al órgano que se está sancionando: El deporte ruso.
Llegados a este punto, me ha parecido profundamente injusto que no dejasen competir a Yuliya Stepanova, bajo la bandera olímpica, como premio por haber tenido las agallas para delatar todo este asunto. Esta mujer y su pareja (que trabajaba en la RUSADA) pueden haber puesto en peligro sus vidas por contar todo lo que sabían y su única recompensa ha sido ser eliminada sin miramientos de la competición. ¿Qué mensaje traslada esto a deportistas de otros países o equipos que puedan estar dispuestos a destapar otros casos de dopaje en el deporte? “Cállate si no quieres pagar las mismas consecuencias que todos”. No es buen mensaje.
Pero es que además, no es cierto que no haya competido ninguna atleta rusa ya que Daria Klishina participó y se metió en la Final de Salto de Longitud saltándose la prohibición de “ningún atleta”.
También compitió la nadadora Yuliya Efimova, que además se subió al Podio, saltándose la prohibición “ningún deportista con sanciones previas”.
Ni hablemos de atletas y deportistas de otros países que habiendo cumplido sanciones previas, ahí estaban. Un ejemplo de los más conocidos es el atleta estadounidense Justin Gatlin que estuvo sancionado en 2 ocasiones distintas con un total de 4 años.
Entonces… ¿por qué no Stepanova? ¿Será que en el fondo es preferible que los atletas callen?
Tolerancia Cero al Dopaje en el Deporte, pero de verdad
Hace años que tengo el convencimiento de que lo ahora descubierto en Rusia ocurre en más de una Federación Nacional y en más de un equipo privado. Es posible que incluso no sólo haya encubrimiento, sino puede que también incitación o incluso obligación.
Sin embargo, los castigos deportivos siempre recaen única y exclusivamente sobre los deportistas.
Vayamos por partes. Asumamos que cualquier deportista puede cometer un error. Puede encontrarse mal asesorado, desesperado, obligado o incluso, equivocarse al consultar una lista de medicamentos. Creo que un caso de dopaje puede perdonarse tras su perceptiva sanción. Pero una y no más.
Cuando un deportista sancionado vuelve a ser descubierto por segunda vez ya no se puede considerar un error ni un accidente. Debe ser inmediatamente retirado de la competición profesional, retirarle todos los premios conseguidos, incluidos los económicos, y prohibirle la vinculación al deporte profesional en cualquier forma posible (entrenando, asesorando, etc).
No hay medias tintas. Eso sería tolerancia cero con los deportistas.
Pero el Dopaje Deportivo no afecta sólo a los Deportistas
¿Qué pasa con Equipos y Federaciones? ¿No están implicados? ¿Qué sanción cumplen?
Las Federaciones no tienen castigo (a excepción de este de Rusia, yo no conozco ningún otro). Los equipos, como máximo, pagan una multa porque no se les considera responsables de lo que hagan sus deportistas.
Lo siento, pero no me lo creo. Y si es que no son responsables de lo que hagan, sí pueden estar implicados en la lucha, ¿por qué no lo hacen?
Acepto que un Equipo (o Federación) no puede saber si un determinado deportista consume cierta sustancia (aceptando que el deportista conoce las mejores sustancias para la mejora que necesita, qué productos las contienen, qué dosis tomar, etc.), pero hay técnicas de dopaje, por ejemplo las transfusiones, que se me hace muy complicado que un deportista pueda llevar a cabo por su propia cuenta y riesgo.
Puedo incluso creerme la inocencia del Equipo cuando aparece un caso puntual en un periodo de tiempo más o menos largo. Pero hay deportes donde los casos en determinados Equipos se repiten con una frecuencia relativa. ¿Por qué no se sanciona deportivamente a esos Equipos?
Cualquier Equipo con una cierta solvencia económica preferirá pagar una multa, dar alguna excusa peregrina a la opinión pública y seguir realizando, o encubriendo, malas prácticas. ¿Qué pasaría si en lugar de eso los Equipos también fueran retirados temporalmente del deporte profesional como se hace con los deportistas? ¿Estarían igual de dispuestos a hacer o encubrir trampas? Creo que no.
Ídem para las Federaciones Nacionales.
Si el Equipo/Federación fuera sancionado con la prohibición de competir, aquellos deportistas que no hacen trampas, ¿seguirían dispuestos a mirar hacia otro lado cuando intuyen que algo no va bien? ¿Arriesgarían su propia participación para encubrir a los tramposos? Tampoco lo creo.
La Verdadera Lucha contra el Doping en el Deporte
Si realmente se quiere luchar contra el dopaje, AMA, COI y Federaciones Internacionales (de deportes olímpicos y no olímpicos) deben trabajar de manera conjunta y no cada cual por su lado.
Deben dar herramientas a los deportistas para evitar los dopajes accidentales (que también los hay) más allá de publicar una lista de medicamentos una vez al año.
Deben marcar mecanismos de detección y sanciones conjuntas. Dichas sanciones deben ser ejemplares.
Deben proporcionar medios a los propios deportistas para que denuncien aquellos casos que conozcan, tanto si están implicados como si no, garantizándoles seguridad tanto vital, si fuera necesaria, como deportiva.
Deben fomentar la limitación temporal al frente de cargos en todos los organismos implicados, ya que la corrupción casi siempre está vinculada a puestos cuyo titular lo ostenta durante un largo periodo de tiempo.
Deben implicar a las grandes marcas para que incluyan en sus contratos publicitarios cláusulas donde los Deportistas/Equipos implicados en casos de doping deban devolver hasta el último céntimo percibido.
Deben implicar a las instituciones públicas de los distintos países para que obliguen a devolver cualquier tipo de ayuda, beca, prima, premio, etc. a cualquier Deportista/Equipos sancionados por dopaje.
Deben, en general, buscar cualquier tipo de medida que convierta el riesgo de ser descubierto haciendo trampas por doping, tan poco atractivo que el beneficio de no ser descubierto nunca, no merezca la pena.
Sobre todo, deben ser inflexibles en las sanciones. Lo contrario sigue contribuyendo a que merezca la pena el riesgo.
Sólo estas, y seguramente otras medidas más, llevarán a la Verdadera Tolerancia Cero con el Dopaje en el Deporte.
Seguramente el dopaje deportivo no desaparecerá nunca, pero se puede convertir en una práctica residual si no se dejan prevalecer los intereses no deportivos.
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