¿Has visto Forrest Gump? ¿Recuerdas cuando empieza a jugar Ping-Pong mientras se recupera de las lesiones de un bombardeo, le meten a la selección nacional y va a China «después de un millón de años o algo así»? ¿Te acuerdas que Forrest menciona que la gente decía que la paz mundial estaba en sus manos?
Pues en aquella selección no había ningún tipo llamado Forrest Gump, pero esa visita a China ocurrió en la realidad y supuso el deshielo de las relaciones entre Estados Unidos y el país asiático. Es lo que se conoció como la Diplomacia del Ping-Pong.
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Situándonos en la Historia
Vamos a situarnos. En 1949, el Partido Comunista Chino asume el poder del país para conformar la República Popular China con Mao Tse-Tung (Mao Zedong) a la cabeza (lo que conocemos como China, a secas). El gobierno que había hasta el momento se traslada a las islas circundantes, donde se mantiene la República China (que conocemos como Taiwán, o como China Taipéi en competiciones deportivas).
Entre 1950 y 1953 se desarrolla la Guerra de Corea, donde China y Estados Unidos defienden bandos distintos. Este hecho, unido al apoyo de la Unión Soviética al país asiático y la ideología política del gobierno, hace que las relaciones entre ambos países desaparezca.
Para 1971, la visita de estadounidenses a China solía ser denegada por defecto y, por tanto, era algo anecdótico.
Cuando 2 Jugadores de Ping-Pong cambiaron la Historia
Con este panorama llegamos al Mundial de Tenis de Mesa de 1971, disputado en la ciudad japonesa de Nagoya.
Allí, el jugador estadounidense Glenn Cowan perdió el autobús que debía devolverlo al hotel tras unos entrenamientos. Al verle deambulando sin encontrarlo, el equipo chino le invitó a subir al suyo.
Tras varios minutos de tensión, el también jugador Zhuang Zedong se acercó a él para ofrecerle un regalo y hablaron durante la última parte del trayecto. En aquel momento, el estadounidense no tenía nada para entregar a su colega, así que, posteriormente, compró una camiseta con el símbolo de la paz en los colores de la bandera de su país y la frase «Let it be». Para poder entregársela, volvieron a verse de manera informal.
En aquella época, que un estadounidense y un chino mantuvieran algún tipo de relación era como mínimo inusual, así que la prensa se hizo eco de este segundo encuentro.
Cuando Cowan respondió afirmativamente a la pregunta de un periodista sobre si le gustaría conocer China, los engranajes diplomáticos comenzaron a funcionar.
Diplomacia del Ping-Pong
Inicialmente, el Departamento de Asuntos Exteriores del país asiático no se tomó en serio las informaciones sobre que el equipo de Tenis de Mesa de Estados Unidos quería visitar China, y rechazó la posibilidad.
Sin embargo, días más tarde, Mao Zedong, en persona, reinició las gestiones para que la invitación fuese cursada.
Así, el 10 de abril de 1971, 9 jugadores estadounidenses de Ping-Pong, 4 funcionarios y las esposas de 2 de ellos, cruzaron el puente que separaba Hong Kong de China Continental. Era la primera vez que esto ocurría desde que en 1949 se instaurase la República Popular.
Permanecieron en el país hasta el día 17. Durante su estancia se enfrentaron a la selección china de Tenis de Mesa en un partido amistoso, y conocieron lugares míticos como la Gran Muralla o el Palacio de Verano.
En aquellos mismos días, Nixon hizo un comunicado anunciando algunas medidas que buscaban mejorar la relación entre ambos países. Apenas 2 meses más tarde, Estados Unidos levantó el embargo contra China impuesto 22 años antes.
En febrero de 1972, el presidente Richard Nixon hizo la primera visita oficial de un mandatario estadounidense a China. Durante su estadía, un comunicado anunció que ambos países trabajarían a partir de entonces hacia la normalización de sus relaciones.
En abril de ese mismo año fue la selección china de Tenis de Mesa, encabezada por Zhuang Zedong, quien visitó Estados Unidos. También viajaron a Canadá, México y Perú, en una iniciativa por entablar relaciones con estos países a través del Ping-Pong.
La Diplomacia del Ping-Pong había triunfado.
Otras «Diplomacias del Ping-Pong»
Tal fue la importancia de esta Diplomacia del Ping-Pong que China intentó reproducirla con otras naciones en los siguientes años, aunque no siempre con éxito.
Pero no sólo China ha utilizado el Ping-Pong como herramienta de paz. En el Mundial de Tenis de Mesa de 1991, Corea presentó un equipo unificado con jugadores de Corea del Norte y del Sur. Fue la primera vez, desde la guerra entre ambos países, que se unieron bajo una misma bandera.
Dicha bandera fue blanca, con la península de Corea en azul, y el himno, una canción folclórica típica de la región. Ganaron un total de 4 medallas.
Ese mismo año, la unión se llevó más allá del Tenis de Mesa y llegó al equipo de Fútbol Mundialista Sub-20.
Tras nueve años sin repetirse gestos de este tipo, Corea retomó la diplomacia deportiva con desfiles unificados en los Juegos Olímpicos de Sydney y Atenas. También en varias ediciones de los Juegos Asiáticos y Universiadas.
Seguramente, el gesto más reconocido de los últimos tiempos fue durante los Juegos Olímpicos de PyeongChang 2018, cuando Corea volvió a desfilar como una única delegación, que dio pie al primer equipo unificado en la historia olímpica coreana, la selección de Hockey Hielo femenina. De hecho, se espera que en Tokio 2020 vuelvan a unirse las dos Coreas.
¿Conocías esta historia? ¿Qué te ha parecido? Si quieres saber más, existen varios libros sobre el tema. Este es el más conocido.
Por cierto, ¿no viste Forrest Gump o no recuerdas la parte a la que nos referíamos al principio? Aquí tienes esa parte de su historia 👇
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