En pleno siglo XXI, la escalada de las montañas más altas del mundo ya no supone ninguna novedad. A pesar del riesgo que existe y de la constante búsqueda de nuevas rutas, pocas veces el ascenso de una montaña aparece en los noticieros deportivos.
Sin embargo, hubo un tiempo donde el alpinismo era un mundo de novedades y primeras veces. Entre ellas, la primera vez que se ascendió un ochomil con éxito.
Los primeros que lograron esta hazaña fueron los franceses Maurice Herzog y Louis Lachenal, cuando llegaron a la cima del Annapurna el 3 de junio de 1950.
En esta entrada te vamos a contar su aventura…
Contenido de este artículo
- ¿Qué es el Annapurna?
- Expedición Francesa al Annapurna 1950
- Reconocimiento del Annapurna y Campamentos
- Descenso
- Regreso a Francia
- ¿Quiénes eran Maurice Herzog y Louis Lachenal?
- El Primer Relato sobre la Expedición: «Annapurna, el Primer 8.000»
- Publicaciones de Otros Miembros del Equipo
- La Controversia sobre Herzog y su Relato
¿Qué es el Annapurna?
El Annapurna es una de las 14 montañas que superan los 8.000 metros de altitud sobre el nivel del mar en el mundo.
Concretamente es la 10ª en cuanto a altura, con 8.091 metros. Está ubicada en Nepal, en la cordillera del Himalaya, y se considera la montaña más difícil de escalar, especialmente por su cara sur.
De ahí que desde 1950 sólo haya sido encumbrada unas 200 veces, frente a las casi 6.000 del Everest. Además, ostenta el mayor porcentaje de escaladores fallecidos de todos los ochomiles.
Expedición Francesa al Annapurna 1950
Tras autorizarse las expediciones de montañismo en Nepal en 1950, el Club Alpino Francés solicitó permiso para explorar el Dhaulagiri o el Annapurna. Ambas montañas se encuentran al noroeste de Nepal, próximas entre sí, y en aquel momento ninguna de las dos había tenido intentos de ascenso.
El equipo elegido para la aventura estaba encabezado por Maurice Herzog, un experimentando alpinista francés. Le acompañaban 3 guías profesionales de Chamonix (Louis Lachenal, Lionel Terray y Gaston Rébuffat), así como otros 2 montañeros aficionados (Jean Couzy y Marcel Schatz), el médico Jacques Oudot, el fotógrafo Marcel Ichac, y el intérprete y oficial de transporte Francis de Noyelle.
A mediados de abril la expedición llegó a Nepal e inició el reconocimiento del terreno para intentar el ascenso del Dhaulagiri. Tras descubrir que los mapas de 1920 con los que contaban eran radicalmente inexactos y que no podían hacer un buen reconocimiento del terreno, decidieron abandonar y dirigirse al Annapurna.
Reconocimiento del Annapurna y Campamentos
Con la expedición dividida en varios grupos, pudieron explorar distintas áreas de la montaña hasta que encontraron una posible vía de acceso a través de la cara norte.
Inmediatamente se organizó el traslado de materiales hacia la zona y se instaló el Campo Base en el punto más lejano al que podían llegar los porteadores, a 4.500 metros de altitud.
Había transcurrido casi mes y medio desde su llegada a Nepal y el tiempo corría en su contra, ya que el monzón estaba anunciado para los primeros días de junio.
El 2 de junio quedó instalado el Campo V, desde el que atacarían la cima.
Herzog había planeado que fuesen él y Terray quienes intentasen llegar a la cumbre y por eso planificó un día de descanso para ambos. No obstante, este último desobedeció las órdenes del jefe de expedición para acudir en ayuda del resto de escaladores, agotados en el transporte de materiales de un campo a otro.
Esto hizo que Herzog cambiase su plan inicial y recurriese a Louis Lachenal para el último tramo de la expedición, que empezó a las 6:00 de la mañana del 3 de junio.
Durante el ascenso, Lachenal notó que sus botas no estaban correctamente aisladas y, temiendo perder los pies por congelación, propuso abortar el intento. Ante la respuesta de Herzog manifestando su intención de seguir solo, Lachenal continuó.
A las 14:00 pm del 3 de junio de 1950, Maurice Herzog y Louis Lachenal se convirtieron en los primeros escaladores que alcanzaron la cima de un ochomil.
Lo hicieron en el primer intento, sobre una montaña que tampoco se había explorado previamente.
Descenso
Herzog se encontraba en un estado de euforia total y durante más de una hora sacó fotos y recorrió la zona.
Lachenal, que seguía temiendo por sus pies, inició el descenso sin esperarle. Finalmente, el jefe de expedición le siguió hasta que se encontraron con una tormenta que les dificultó encontrar el Campo V.
Durante el descenso, Herzog perdió los guantes y cuando llegó al campamento sus manos estaban en una situación desastrosa. Además, estaba desorientado y llegaba solo.
Poco después, Terray y Rébuffat, quienes le habían recibido, escucharon pedir ayuda. Lachenal había caído hasta más abajo del campamento, perdiendo el piolet y uno de los crampones. Cuando consiguieron subirle, sus pies estaban muy congelados.
Aquel sólo fue el inicio de un descenso absolutamente accidentado.
Se vieron atrapados por otra tormenta que les obligó a pasar una noche en una grieta, sin agua, comida y nuevamente con riesgo de congelación. Algunos de ellos quedaron cegados por el sol sobre la nieve y, finalmente, Herzog y Lachenal tuvieron que hacer la última parte del descenso en camilla.
Aunque el 8 de junio pudieron enviar un telegrama anunciando su proeza, no llegaron a Katmandú hasta el 11 de julio. Fueron recibidos por el Maharajah de Nepal como verdaderos héroes nacionales.
El diario «Le Figaro» publicó el telegrama con la noticia de la cumbre el 16 de junio.
El Annapurna no volvió a ser escalado con éxito hasta 20 años más tarde.
Tanto Maurice Herzog como Louis Lachenal sufrieron graves secuelas de su hazaña. Ambos perdieron todos los dedos de los pies y, Herzog, varios de las manos.
Regreso a Francia
La llegada al aeropuerto de París-Orly se produjo el 17 de julio. Dado que por aquel entonces el alpinismo era un deporte muy popular en Francia, los recibió una multitud.
Este acontecimiento fue toda una sensación, sólo igualado por el éxito de Edmund Hillary y Tenzing Norgay, cuando alcanzaron la cima del Everest por primera vez, en 1953.
Un mes más tarde, Paris Match publicó una edición especial con artículos sobre la expedición y la foto de Herzog en la cumbre. Esta foto del escalador con la bandera francesa en su piolet fue icónica durante muchos años.
¿Quiénes eran Maurice Herzog y Louis Lachenal?
Maurice Herzog era un alpinista aficionado, nacido en Lyon en 1919, y elegido por Lucien Devies para liderar la primera expedición al Annapurna.
Tras aquel acontecimiento se convirtió en presidente del Club Alpino Francés. Más tarde fue alcalde de Chamonix, miembro del Comité Olímpico Internacional y Secretario de Estado de Juventud y Deporte, entre otros cargos públicos y privados. Murió en 2012.
Louis Lachenal nació en 1921 y se interesó por el alpinismo desde muy pequeño. Ya desde los 13 años mostró grandes dotes de escalador y, con sólo 21, era guía del Club Alpino Francés. En ese puesto conoció a Lionel Terray y Gaston Rébuffat, posteriormente compañeros de la expedición al Annapurna.
Luego de su regreso de Nepal y tras una estancia hospitalaria para recuperarse de las lesiones sufridas, se dedicó a dar conferencias y comenzó a pilotar coches de carreras. Poco después retomó su actividad como escalador y se hizo cargo del equipo francés de esquí alpino.
Falleció en noviembre de 1955, cuando cayó por una grieta mientras practicaba este deporte.
El Primer Relato sobre la Expedición: «Annapurna, el Primer 8.000»
Durante una larga convalecencia tras el regreso, Maurice Herzog dictó el libro que se convertiría en el más vendido en la historia del alpinismo: «Annapurna, el primer 8.000». Vendió más de 11 millones de copias en todo el mundo.
A ello contribuyó que durante años fue el único relato de la expedición, gracias a un contrato de exclusividad firmado por el resto de miembros. En aquella época, el otro único libro que se publicó fue «Regards vers l’Annapurna», donde el propio Herzog e Ichac hicieron una recopilación fotográfica de la expedición.
Publicaciones de Otros Miembros del Equipo
Finalizado el plazo marcado por el contrato, Louis Lachenal tenía previsto publicar sus notas y diario de viajes, pero murió en un accidente de esquí. Herzog se hizo cargo de la edición del manuscrito, junto con su hermano Gérard y Lucien Devies. El resultado fue «Carnets du vertige», un libro donde Gérard Herzog hablaba de Lachenal a partir de las notas de este. Los originales no aparecieron publicados, al igual que tampoco su diario.
En 1961 Lionel Terray contó su versión en un libro titulado «Conquistadores de lo inútil», donde incluyó un largo capítulo sobre la expedición al Annapurna. Sin contradecir a Herzog, en él proporcionó mucha información desconocida hasta entonces y alabó las virtudes de Lachenal como escalador.
Fue la última publicación hasta 1996, cuando el periodista Yves Ballu publicó la biografía de Gaston Rébuffat. Dada la negativa del escalador a escribir sobre aquella vivencia, Ballu le había entrevistado ampliamente para dejar constancia de su punto de vista.
En «Gaston Rébuffat: une vie pour la montagne» el alpinista asegura haberse sentido sorprendido por haber tenido que jurar obediencia a Herzog. También habla de su decepción al ver que este omitió que él participó en el descubrimiento de la eventual ruta de escalada. Incluso llega a mencionar amenazas recibidas por Lachenal, tras dar a conocer su intención de publicar un relato sobre la expedición.
Ese mismo año, en 1996, el diario de Lachenal vio la luz sin censuras y bajo el mismo título que 40 años atrás: «Carnets du vertige». Fue su hijo, Jean-Claude, quien accedió a esta publicación tras haberse sentido molesto por las modificaciones de la 1ª versión, y a pesar de no haber querido causarle daño a Herzog durante todos estos años.
En esta nueva publicación, se supo que uno de los sherpas había sufrido una caída mortal de la que nadie había hablado. También mencionaba por primera vez el uso diario de morfina y que sólo Rébuffat estuvo atento a Lachenal durante el descenso, entre otros detalles que Herzog había suprimido de su relato por considerarlos demasiado desagradables.
La Controversia sobre Herzog y su Relato
Estos dos últimos títulos crearon una seria controversia acerca de la fiabilidad del primer relato de Herzog, a lo que este respondió con un segundo libro en 1998, con 80 años: «L’autre Annapurna».
Este tenía varias discrepancias con su anterior relato, de las que se defendió alegando que el actual era una interpretación subjetiva, mientras que el primero era totalmente objetivo.
Todos estos escritos de fines de siglo generaron gran revuelo en Francia, donde se llegaron a descubrir hechos como que fue Rébufatt quien sacó la mayor parte de las fotografías por encima del Campo II, pero que todas fueron acreditadas por Ichac.
En 2001 vio la luz el libro «True summit : what really happened on Maurice Herzog’s first legendary ascent of Annapurna» escrito por el montañero David Roberts, que trata de desmontar la historia idealista y egocéntrica montada alrededor de Herzog y dejando de lado al resto de componentes de la expedición.
Cualquiera de estos libros, algunos de ellos traducidos a español, son una gran referencia si quieres saber más sobre este primer ascenso al Annapurna.
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