Hoy por hoy, mujer y deporte son dos palabras que van juntas con tanta naturalidad como si siempre hubiese existido ese binomio. No nos imaginamos unos Juegos Olímpicos sin participación femenina ni se nos ocurre la prohibición de participar en algún deporte por el mero hecho de ser mujer. Sin embargo, no siempre fue así.
A lo largo de los siglos ha habido mujeres importantes en la historia que han luchado por sus derechos en muchos campos. Y aunque el deporte siempre se considera un ámbito menor, la igualdad en él es tan importante como en cualquier otro aspecto de la vida.
Así, hubo un tiempo donde las mujeres no participaban en los Juegos Olímpicos o lo hacían en el mínimo de deportes. Hubo un tiempo donde se pensaba que la natación femenina no era una deporte sino un simple entretenimiento. Hubo un tiempo donde las mujeres no podían competir en maratón. Hubo un tiempo donde las mujeres tuvieron que romper barreras para llegar al deporte que hoy conocemos…
Por suerte, en el deporte como en otros aspectos de la vida, también hubo luchadoras que se convirtieron en pioneras… mujeres importantes en la historia del deporte, como estas 3:
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La Primera Mujer que consiguió un Título Olímpico (1900)
Aunque es difícil imaginarse unos Juegos Olímpicos sin mujeres, la realidad es que no siempre estuvieron ahí. De hecho, los primeros de la Edad Moderna, en 1896, fueron una competición exclusivamente para hombres.
En una época donde pocas mujeres practicaban deporte, sin duda este aspecto no resultó raro para casi nadie. No obstante en la siguiente edición, la de 1900, se permitió la competición femenina en 3 deportes: golf. croquet y tenis.
Fue precisamente en este último deporte donde Charlotte Cooper se proclamó campeona, convirtiéndose no sólo en la primera mujer en ganar un título olímpico en tenis, sino también en la primera mujer en ganar un título olímpico en cualquier disciplina.
Pero aunque ese haya sido el gran hito de su vida, el hecho por el que Charlotte Cooper pasó a la historia, la verdad es que detrás hay mucho más.
Nació en 1870 en Inglaterra y desde joven empezó a practicar tenis. En una época de vestidos victorianos donde las pocas mujeres que practicaban este deporte lo hacían con faldas que les llegaban hasta los tobillos, Charlotte no tardó en destacar por diferenciar su juego del resto de mujeres. Jugaba tenis ofensivo subiendo a la red cada vez que tenía ocasión, utilizaba las voleas con frecuencia y sacaba por arriba. Tres aspectos casi inéditos en el tenis de mujeres.
Llegó a la final de Wimbledon, el torneo más importante de la época, durante 8 años consecutivos (entre 1895 y 1902), récord que se mantuvo durante 90 años, hasta que Martina Navratilova alcanzó su 9ª final consecutiva en 1990.
De esas 8 finales ganó 4 de ellas (1895, 1896, 1898 y 1901) además de ganar una edición más en 1908 y por supuesto conseguir otros títulos aparte de este, tanto en individual como en dobles.
Dos apuntes más sobre Charlotte:
- A excepción del primer título, el de 1895, el resto los ganó padeciendo una sordera total. Con 26 años perdió completamente la audición, lo que da más mérito a sus logros teniendo en cuenta que el tenis es un deporte donde el oído es fundamental a la hora de interpretar golpes y rebotes.
- Fue la 2ª mujer que ganó Wimbledon después de haber sido madre. Sólo 4 mujeres lo han hecho hasta hoy.
La Primera Mujer que Cruzó el Canal de La Mancha (1926)
Cruzar el Canal de La Mancha a nado es una hazaña que no está hecha para todo el mundo. Menos aún a principios del siglo pasado cuando la natación recién se percibía como un deporte. Menos aún todavía, siendo mujer.
Pero ahí estaba Gertrude Ederle (Trudy) para demostrarle al mundo que las mujeres son capaces de realizar las mismas distancias que los hombres e incluso mejorarlas.
Gertrude Ederle nació en 1905 y cuando era pequeña su padre le enseñó a nadar atándole una cuerda a la cintura. Desde entonces, esa sería su pasión y con 12 años ingresó en la WSA (Asociación de Natación de Mujeres, en sus siglas en inglés). Ese mismo año batió el récord mundial de 800 metros, convirtiéndose en la persona más joven en lograr un récord mundial en cualquier deporte y disciplina.
Entre 1921 y 1925 batió 29 récords, entre nacionales de Estados Unidos y Mundiales.
En 1924 participó en los Juegos Olímpicos de París donde ganó el oro y estableció el récord mundial en relevos de 100 metros estilo libre. Sin embargo en los 100 y 400 metros individuales sólo consiguió el bronce. Desde entonces siempre aseguró que no haber logrado los 3 oros había sido la mayor decepción de su carrera.
En 1922 se convirtió en profesional y nadó los 35 km que separan Battery Park en New York, de Sandy Hook en New Jersey. Lo hizo en 7 horas y 11 minutos. A día de hoy ese mismo recorrido se celebra una vez al año en una carrera que lleva su nombre. A pesar de la importancia del logro, para Trudy Ederle no se trataba más que del preludio de lo que quería lograr: Cruzar el Canal de la Mancha.
Lo intentó por primera vez el 18 de agosto de 1925, pero el intento quedó anulado cuando su entrenador confundió un descanso tras más de 9 horas, con un ahogamiento e hizo que la socorrieran. Ederle no se tomó bien aquella intromisión y cambió de entrenador.
El 6 de agosto de 1926 lo volvió a intentar. Por aquel entonces sólo 6 hombres habían conseguido cubrir la distancia que separa ambas orillas y el tiempo más bajo era de 16 horas y 33 minutos.
14 horas y 34 minutos más tarde de haberse lanzado al agua, llegó a Kingsdown demostrando no sólo que una mujer también podía realizar aquel tipo de hazañas sino que lo podía hacer mejor que un hombre, ya que rebajó la mejor marca en casi 2 horas.
A partir de aquel momento se hizo muy popular en Estados Unidos, pero una caída la dejó postrada en cama durante varios años. Posteriormente se dedicó a entrenar niños sordos (ella padecía sordera como secuela de un sarampión infantil) y falleció en 2003 a la edad de 98 años.
La Primera Mujer que Corrió una Maratón
La Maratón es otra de esas pruebas que no están hechas para todo el mundo. Es decisión de cada persona enfrentarla o no, pero no siempre fue así. Aunque no lo creas, no hace tanto que las mujeres pueden participar en ella.
En 1966 las mujeres no podían competir en carreras más largas de 3.000 metros porque se las consideraba físicamente incapaces para hacerlo. Fue Roberta Gibb (Bobbi Gibb) quien cambió esto.
Bobbi Gibb entrenó durante 2 años para competir en la Maratón de Boston de 1966 en la que solicitó su inscripción. Cuando recibió una carta del director de carrera informándole de que no había sido admitida porque las mujeres no estaban fisiológicamente preparadas para recorrer distancias tan largas, se dio cuenta de que aquello era mucho más que un reto personal. Era un reto social.
Decidida a todo, viajó en autobús durante 4 días y 3 noches desde San Diego a su Boston natal donde llegó el día anterior a la prueba. Su madre le proporcionó unos pantalones holgados de su hermano y una sudadera con capucha para que pudiera pasar desapercibida. Con aquel atuendo y unos zapatos de cuero de enfermera para sustituir las zapatillas que por aquel entonces casi no existían para mujeres, se presentó en la salida de la carrera.
Se escondió entre unos arbustos cercanos y cuando la mitad del pelotón había tomado la salida se incorporó a él. Los hombres que tenía alrededor no tardaron en darse cuenta de que era una mujer pero lejos de sentir rechazo pasaron a animarla y apoyarla. Aquello la animó a quitarse la capucha. Ante su sorpresa, la gente que estaba cerca empezó a gritar y vitorear al verla.
El rumor de que había una mujer entre los corredores empezó a circular tanto entre los participantes como entre el público. Los periodistas querían saber más, nadie podía creerlo hasta que pasaba cerca.
Cuando alcanzó la meta por delante de 2 tercios del pelotón en un tiempo de 3:21:40 segundos, el Gobernador de Massachusetts estaba allí para recibirla. Al día siguiente fue portada de varios periódicos y su historia tuvo una alta repercusión.
En 1967 repitió su hazaña, otra vez sin poder inscribirse oficialmente a pesar de haber desmentido la incapacidad femenina. En aquella ocasión otra mujer, Kathrine Switzer, estaba compitiendo también. Había utilizado sus iniciales para inscribirse en la carrera haciéndose pasar por hombre y por lo tanto se convirtió en la 1ª mujer en correr una maratón con dorsal. Bobbi terminó la prueba casi 1 hora por delante de ella. En 1969 ya eran 5 las mujeres que competían.
En 1972 Nina Kuscsik se convirtió en la primera ganadora de maratón oficial. Un año antes solicitó oficialmente a la AAU (Unión de Atletismo Amateur en sus siglas en inglés) que modificara las normas y reconociera la participación de las mujeres en Maratón. Es desde entonces que pueden competir libremente en esta prueba.
A pesar de todo, hubo que esperar hasta Los Ángeles 1984 para ver una maratón femenina en unos Juegos Olímpicos.
En 1996 durante las celebraciones del centenario de la Maratón de Boston y cuando se cumplían 30 años de la primera participación de Bobbi en ella, la organización decidió reconocer las victorias de mujeres entre 1966 y 1971. Bobbi Gibb y Sara Mae Berman (ganadora entre 1969 y 1971) recibieron entonces sus medallas y sus nombres pasaron a estar inscritos junto con los del resto de ganadores de esta prueba.
Estas no son las únicas mujeres importantes de la historia ni las únicas pioneras del deporte. Junko Tabei fue la Primera Mujer en escalar el Everest y Edurne Pasabán la Primera Mujer en ascender a los 14 ochomiles, Jutta Kleinschmidt fue la Primera Mujer en ganar el Rally Dakar y Helena Costa la Primera Mujer en entrenar a un equipo de fútbol masculino en una liga profesional. Y podríamos seguir rellenando páginas y páginas de mujeres que han marcado algún hito deportivo, y con las que siguen haciéndolo.
Todas tienen su historia, igual que otras muchas mujeres importantes en la historia más, pero no podemos contarlas todas. Fuera como fuera, no podíamos dejar pasar este 8 de marzo, Día de la Mujer, para hacer un pequeño homenaje a todas esas mujeres que han ayudado a los derechos de todas las demás, a través de estas 3 pequeñas historias que esperamos hayas disfrutado.
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